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Para nadie es un secreto que la sociedad consumista ha hecho estragos en cuanto la manera en la que vemos el mundo y creo no me equivoco al exponer que las mujeres definitivamente somos las más afectadas.
Soy partidaria de la liberación femenina, me encanta tener igualdad, poder pagar la cuenta (aunque no sea siempre), poder aspirar a los mismos cargos ejecutivos que los hombres y demás derechos y deberes que esto conlleva (menos votar, por mediocre que parezca el ser una de las culpables que joden al país eligiendo al que terminara por ser un mal gobernante no me interesa)
Pero si lo pienso bien me atrevería a decir que después de todo y aunque me duele admitirlo la liberación femenina nos jodió o bueno no la liberación femenina como tal más bien la manera tan terrible en que la sociedad asume el nuevo roll de las mujeres, pues hoy en día no solo deben cumplir con ser buenas madres, excelentes chefs y ejemplares esposas, también deben ser productivas y competitivas en un medio laboral que aunque ahora es más flexible aún sigue en su mayoría manejado por hombres que conservando sus raíces machistas no conciben ser mandados por una mujer( no en todos pero si en algunos gremios más que en otros) sumándole a esto y aunque conviven con hombres panzones y calvos ellas deben estar hermosas, radiantes y perfectas lo que implica, no solo madrugar a despertar a sus hijos y prepararlos para la escuela y dejar cosas de su casa arregladas( esto último para la que es muy de malas y no puede pagar una empleada ) si no madrugar para en ocasiones ir al gimnasio, maquillarse y elegir el atuendo perfecto para lucir despampanante.
Y aunque lo anterior posee variaciones claro está, desde mi punto de vista las mujeres estamos sujetas a mucha presión tanto así que a veces se tiene que decidir entre una carrera exitosa o una vida familiar por lo que no es poco común encontrar a hermosas mujeres sobresalientes en sus gremios y solitarias en su vida personal, lo que no es malo pues es una decisión personal pero se convierte en algo triste cuando es algo que simplemente pasa sin decidirlo, no se tiene hijos por falta de tiempo o no encuentran a su media naranja porque son tan exitosas e imponentes que intimidan.
Todo lo anterior solo me hace plantearme la idea de que aunque ser mujer me parece hiper genial, ser una mujer plena no es nada sencillo, equilibrar los diversos aspectos de una vida completamente feliz es tarea con la que no cualquiera puede, en definitiva admiro profundamente a las mujeres que consiguen sabia y convenientemente lograrlo y aspiro algún día poder convertirme en una de ellas.
Aunque debo confesar que el hecho de ser la jefa psicorrigida que es toda una autoridad en su trabajo y tortura a sus subalternos que más bien parecieran súbditos cuan Miranda Priestly en The devil wears Prada me suena tentador.