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Me considero una persona extremadamente cambiante, tengo una canción favorita en el mundo cada semana, un día me encanta locamente un chico y al siguiente me parece un baboso, una semana pienso que quiero comer toda una vida avena cocida( yuuummm) a la otra no la soporto… y así con cada uno de los aspectos de mi vida.
Sin embargo, un día escuche a Carrie Bradshaw decir lo que es a mi parecer la mejor frase de todos los tiempos: “La vida es lo que pasa mientras estas ocupada haciendo otros planes”, desde ese momento supe que podía tener una cosa favorita de por vida.
Todo el mundo hace planes a corto, a largo plazo, sentimentales, económicos… para mí específicamente hacer planes es algo que se me sale de control, siempre quiero mantener mi vida fríamente calculada escrita en un enorme planeador con cuadritos y lapiceros de colores, calcular bien el tiempo y que todo vaya como yo lo deseo. Y es justo aquí donde radica mi problema.
Planear es ordenar en pro de un futuro, lo que pocas veces pensamos es que a veces quizás no hay un futuro, quizás no hay un orden, quizás no hay un razonamiento lógico y efectivo que nos permita controlar todo cuanto nos rodea. Cuando enamorarnos, de quién, con que intensidad…
A veces pensar lo arruina todo, a veces planear nos aleja del futuro que queremos, a veces vivir el presente puede ser la mejor aventura jamás planeada, a veces quizás darle una oportunidad al patán de turno sin razonamiento alguno pudo haber sido la mayor aventura de amor jamás contada, a veces esa aventura pudo habernos roto el corazón, a veces quizás nunca lo sabremos.
La vida no se detiene; la vida no sigue planes; la vida solo es vida si se sabe disfrutar de ella.
Personalmente suelo arrepentirme con más frecuencia de seguir el plan guiado por mi razonamiento inquieto que de seguir los arrebatos que nunca me hubiera planteado.
¿El patán pudo haber sido el mejor novio de la vida?¿El patán pudo haber sido solo un patán? son el tipo de cuestionamientos que no me permitiré más.
No se puede dejar de vivir por evitar el dolor, a veces las cosas que más duelen son las que más han valido la pena. Y no sé si es el cansancio del día, la carga de trabajo o el montón de cosas que tengo en la cabeza , pero hoy escribiendo esto me propongo dejar que la vida me despeine , aventarme en paracaídas sin pensar que podría morir, bucear sin pensar que el oxígeno se puede acabar, amar sin medir el dolor que me espera, confiar en el patán que puede no serlo tanto o serlo más de lo que puedo dimensionar.
Los arrepentimientos son experiencias que nos son arrebatadas por nosotros mismos, los planes son imaginarios que pueden no salir tan bien, la vida es algo que sigue su rumbo sin importar si la vivimos al máximo o no. ¿Deseo vivir pensando todo el tiempo como hubiera sido? Ó ¿ disfrutar de todo aquello que llega a mí’